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Consideraciones a tener en cuenta

El sacramento de la Confirmación pueden y deben recibirlo, una sola vez, aquellas personas que ya han sido bautizadas.
Es muy recomendable que los católicos que quieran casarse reciban el sacramento de la Confirmación.
En el sacramento de la Confirmación se recibe el Espíritu Santo que ya recibieran los apóstoles en Pentecostés.

Con la recepción de este sacramento, se acentúa en aquel que lo recibe la dimensión eclesial del ser cristiano y la dimensión misionera.

Edad para recibirla
Según el código de Derecho Canónico, a partir de la edad de la discreción. (7 años)

Su preparación

Para aquellos que reciben el sacramento en torno a los quince años el tiempo de preparación no será inferior a los dos años.

Las características de esa preparación serán las siguientes:
  • Una formación que conlleve un seguimiento personal del candidato, animando a desarrollar un plan de vida cristiana personal y comunitario.
  • Una formación que conduzca a la participación en la Eucaristía dominical y en la celebración frecuente del sacramento de la penitencia.
  • Una formación que favorezca el crecimiento en la vida de oración y el compromiso en la misión concreta de la Iglesia por la participación consciente y activa en la vida misma de la Parroquia.
  • Una formación que posibilite una auténtica educación afectivo sexual.
  • Una formación que abra la búsqueda de la vocación concreta en el seno de la Iglesia.

Es necesario ofrecer esta preparación a novios, padres y padrinos que no han recibido aún este sacramento y se acercan a la Iglesia por diferentes circunstancias. En estos casos será oportuno ofrecer un curso de confirmación adaptado en tiempo, estructura y contenidos a las diferentes posibilidades.

La preparación al sacramento de la Confirmación tendrá lugar en la parroquia a la que pertenezca el confirmando o en la escuela católica en la que asista. Las asociaciones, movimientos, hermandades y cofradías podrán preparar a los confirmandos bajo la supervisión y coordinación de la parroquia a la que pertenezcan.

Los Padrinos

Aquellos que van a recibir el sacramento de la Confirmación han de elegir como padrinos a personas espiritualmente idóneas y capaces de ejercer una positiva influencia cristiana.

Es conveniente que se escoja como padrino a quien asumió esa misión en el Bautismo para así hacer más visible la unión entre ambos sacramentos. No obstante se puede escoger otro padrino con tal que reúna las condiciones necesarias.

Las condiciones necesarias para ser padrino o madrina son las siguientes:

Los padrinos han de tener capacidad para cumplir la misión que la Iglesia les encomienda.
Haber cumplido dieciséis años, a no ser que el párroco, por causa justa, considere admisible una excepción.
Ser católico: estar confirmado, haber recibido la Eucaristía, llevar una vida consecuente con la fe y con la misión que va a cumplir. Por lo tanto, el padrino o madrina no puede vivir en situación matrimonial irregular o en contraste con la fe y la moral cristiana.
Se excluye la posibilidad de que los padres puedan actuar como padrinos en el sacramento de la Confirmación.

 

 

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