Misterios Gozosos del Santo Rosario
Cada lunes y sábado tenemos la oportunidad de unirnos en oración con María para meditar los Misterios Gozosos. En ellos recordamos la infancia de Jesús con especial ternura.
Recuerda hacer un ofrecimiento cada vez que reces el Rosario. Puedes pedir por un favor especial o hacerlo en agradecimiento a la Virgen y a Jesús por alguna gracia otorgada.
1. La Anunciación a la Virgen María y la Encarnación del Verbo
«Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la virgen era María. Entró donde ella estaba, y le dijo: “Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo”.
Ante estas palabras, María se turbó y se preguntaba qué significaría tal saludo. El ángel le dijo: «No tengas miedo, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Será grande y se le llamará Hijo del altísimo; el Señor le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». (Lc 1,26-27)
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria.
2. La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
«En aquellos días María se puso en camino y fue aprisa a la región montañosa, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando a voz en grito, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre». (Lc 1, 39-42)
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios
«Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Iban todos a empadronarse cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada». (Lc 2,1-7)
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo
«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tortolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor». (Lc 2, 21-24)
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria.
5. El niño Jesús perdido y hallado en el templo
«Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas». (Lc 2, 41-47)
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria.
Si no estás acostumbrado a rezar el Rosario puedes empezar con una decena. Descubrirás que este es un encuentro muy lindo en el que puedes unirte al amor de nuestra querida Madre y su Hijo Jesús.
Fuente: CatholicLink