¿Cómo leer la Biblia?
Tal vez te ha pasado, como a mí, que has tenido unas ganas inmensas de empezar a leer la Biblia, incluso hasta horario has armado, has sacado la cuenta y emocionado te das cuenta que en tan solo un año acabarías de leer este libro tan amado por nosotros: Las Sagradas Escrituras. Y así con todas ganas empiezas, párrafo a párrafo y de pronto o no entiendes o literalmente mueres en el intento.
Ciertamente hay que leer la Biblia pero no de cualquier manera. En ella se encuentra la Palabra de Dios, la verdad que iluminará no solo nuestra inteligencia sino la vida misma. Es el tesoro que guarda los bienes más preciados para el ser humano, pero para que estos bienes den fruto, es necesario leerla en primer lugar abiertos a la acción del Espíritu Santo, con un corazón dispuesto a dialogar con Dios y con la humildad necesaria para reconocer que no podemos entenderlo todo y que necesitamos ayuda y consejo.
La Biblia se lee en espíritu de oración.
Dicho esto, aquí les dejo una breve guía para poder leer la Biblia que creo puede ser útil, sobre todo para empezar.
1. Leerla con un propósito
¿Por qué leemos la Biblia? Los motivos pueden ser innumerables, desde una simple curiosidad hasta por el motivo principal: un sincero encuentro con Dios. Orígenes, Padre de la Iglesia, nos enseña que hay diversas dimensiones en el sentido de las Escrituras, nos habla de un sentido literal, un sentido moral y un sentido espiritual. Es necesario no perder de vista ninguno. El sentido literal nos ayudará a ponernos en contexto, el sentido moral nos habla de lo que debemos hacer para vivir la Palabra, y el sentido espiritual nos empuja hacia el encuentro personal con el Espíritu de Dios que nos habla de Cristo. Esa es la clave, toda la escritura santa nos conduce hacia Cristo.
2. Leerla a la luz del magisterio
No se trata de que la Biblia sea una lectura prohibida ni mucho menos, pero si la leemos a la merced de nuestro propio criterio no solo no vamos a entender sino que nos podemos confundir. Es importante leerla en sintonía con el magisterio de la Iglesia. Ya nos decía el Papa Benedicto XVI que «no podemos leer solos las Escrituras porque encontramos demasiadas puertas cerradas y caemos en errores. La Biblia fue escrita por el Pueblo de Dios y para el Pueblo de Dios. Solo en esta comunión con el Pueblo de Dios podemos entrar realmente con el “nosotros” en el núcleo de la verdad que Dios mismo nos quiere decir». Es por esto que es bastante útil leer Biblias que contengan comentarios.
3. Conocer cómo está estructurada
Encontrarse con la Biblia es encontrarse con una biblioteca de 73 libros. No se trata de algo simple como podemos ver. Antes de empezar es importante que sepas que se divide en dos partes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El AT nos explica la creación del mundo, el llamado de Abraham y la historia del pueblo de Israel. También incluye los libros llamados proféticos y sapienciales. El Nuevo Testamento nos habla de la vida y muerte de nuestro Señor Jesús, la vida de los primeros cristianos y las cartas de los Apóstoles. Mira el índice, revisa cómo está estructurada, cómo están colocadas las notas y qué libro sigue al otro. Puedes dar también una mirada a la escritura cronológica, como para ubicarte en el espacio y tiempo del libro escrito. Esto es importante porque es algo así como reconocer el terreno, como cuando entras a una biblioteca enorme y vas reconociendo en qué lugares han sido ubicados los libros y por qué temas. Así cada vez se te hará más sencillo ubicarte y encontrar los temas que estás buscando.
4. Seguir un orden de la lectura
La Biblia es uno de esos libros “mágicos” donde no necesariamente se empieza por la primera hoja. La verdad es que no hay una manera o un orden “obligatorio” en el que deba leerse. Sin embargo, hay mucha gente que empieza por el Génesis y al cabo de un tiempo termina abandonando la lectura (y muchas veces no vuelven más), ya sea porque se hace pesada, ya sea porque no entendió nada. Si la vas a leer por primera vez y quieres encontrarle un mejor provecho y sentido, las enseñanzas coinciden que es mejor empezar por el Nuevo Testamento y siguiendo este orden. Tal vez te parezca extraño empezar por la primera Carta de San Juan, aquí te doy una pista: esta carta es una verdadera buena nueva, la carta de San Juan fue escrita con la intención de comunicar a los hombres que Cristo nos ha salvado, que su amor es infinito y que vive para siempre. Qué hermoso empezar a leer un libro que no cuenta cualquier historia sino que cuenta tu historia y que esta historia es una verdadera historia de amor.
Plan de lectura del Nuevo Testamento:
1ª Carta de san Juan, Evangelio de san Juan, Evangelio de san Marcos, Las cartas de san Pablo: Galatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1ª y 2ª Tesalonicenses, 1ª y 2ª Timoteo, Tito, Filemón; Evangelio de san Lucas, Hechos de los Apóstoles, Carta a los Romanos, Evangelio de san Mateo, 1ª y 2ª Carta a los Corintios, Hebreos, Carta de Santiago, 1ª y 2ª Carta de San Pedro, 2ª y 3ª Carta de San Juan, Carta de San Judas, Apocalipsis, 1ª Carta de San Juan. Evangelio de San Juan.
Plan de lectura del Antiguo Testamento:
Génesis, Éxodo, Números, Josué, Jueces, 1° Samuel, 2º Samuel, 1º Reyes, 2º Reyes, Amós, Oseas, Isaías (1-39) , Miqueas, Nahúm, Sofonías, Habacuc, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Abdías, Isaías (40-55), 1º Crónicas, 2º Crónicas, Esdras, Nehemías, Ageo, Zacarías, Isaías (56-66), Malaquías, Joel, Jonás, Rut, Tobías, Judit, Ester, Eclesiástico, Cantar de los cantares, Job, Eclesiastés, 1º Macabeos, 2º Macabeos, Baruc, Daniel, Sabiduría, Levítico, Deuteronomio.
5. Recursos
Hay muchas ediciones y un sin número de opciones. En la era digital te dejamos esta opción, hay varias más, pero esta es muy buena por los comentarios y la forma amigable de lectura.
Fuente: CatholicLink